El avión es el medio de transporte que más contamina de todo el mundo y más en los trayectos cortos, y sin embargo cuenta con ventajas fiscales en muchos países como España.
España es uno de esos lugares en los que no tienen impuestos o tasas especiales sobre el queroseno, su combustible.
En España, un trayecto Madrid-Barcelona en tren emite contaminación cero a diferencia de los 115 kilos de CO2 por pasajero si fuéramos en avión. Además, las cifras demuestran que los trayectos cortos son los más contaminantes.
Cuando más combustible queman es en el despegue y hasta que alcanza la altura de crucero a 10.000 metros. Eso provoca que sea un auténtico sinsentido hacer viajes en avión desde el punto de vista ambiental para menos de 300 o 400 kilómetros cuando hay otros medios de transporte alternativos
España es uno de esos lugares en los que no tienen impuestos o tasas especiales sobre el queroseno, su combustible.
En España, un trayecto Madrid-Barcelona en tren emite contaminación cero a diferencia de los 115 kilos de CO2 por pasajero si fuéramos en avión. Además, las cifras demuestran que los trayectos cortos son los más contaminantes.
Cuando más combustible queman es en el despegue y hasta que alcanza la altura de crucero a 10.000 metros. Eso provoca que sea un auténtico sinsentido hacer viajes en avión desde el punto de vista ambiental para menos de 300 o 400 kilómetros cuando hay otros medios de transporte alternativos
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